¡Cancelan Fiestas de Coia 2025! Las Fiestas de Coia 2025, una de las celebraciones más emblemáticas y multitudinarias de Vigo con más de un siglo de historia, han sido canceladas para su edición de 2025. Esta decisión, sin precedentes, ha conmocionado a la ciudad, ya que, según los organizadores, «ni la dictadura de Franco había podido con ellas». La suspensión, anunciada a solo diez días del inicio de los preparativos, ha desatado una «fuerte tormenta política» y ha puesto en el punto de mira la gestión de la seguridad en los eventos populares de la ciudad.
El Catalizador: La Tragedia del Saltamontes en Matamá
La raíz de esta drástica medida se encuentra en el trágico accidente ocurrido en agosto de 2024 en la atracción «Saltamontes» durante las fiestas de Matamá, Vigo. Un fallo estructural provocó el desprendimiento de un brazo articulado, causando la muerte de Iván Castaño Hervella, de 36 años. Este suceso desencadenó una investigación judicial por «homicidio imprudente» , llevando a las autoridades municipales a adoptar una postura «muy exigente» y a «ver con lupa todo» en lo que respecta a las autorizaciones de eventos.
La Controversia del Aforo y la Normativa Vigente
El Ayuntamiento de Vigo denegó la autorización a las fiestas de Coia basándose en un «informe desfavorable» al plan de autoprotección presentado por la comisión organizadora, argumentando que no cumplía con los «requisitos mínimos para su tramitación». La principal exigencia, y la más controvertida, fue la de «acotar el recinto y aforarlo».
Manuel Carrera, presidente de la Asociación Cultural Festas da Consolación de Coia, calificó esta demanda de «inviable», señalando que el recinto abarca 122.000 metros cuadrados y no cuenta con una única entrada o salida, lo que hace imposible «poner tornos».
La frustración de la comisión se resume en su queja: «Lo que el año pasado valía, este año no les vale»
El Ayuntamiento, por su parte, insiste en que solo exige «que se cumpla la ley», haciendo referencia a la Ley 9/2013 y al Decreto 226/2022 de la Xunta de Galicia, que regulan los espectáculos públicos y actividades recreativas. Sin embargo, la Ley 9/2013 contiene una disposición clave que exime a las «fiestas y verbenas populares organizadas por agrupaciones o asociaciones de vecinos/as o por comisiones de fiestas» de ciertos requisitos de vías de circulación basados en el aforo. Esta aparente contradicción legal y el plazo de solo cinco días para «enmendar errores», han generado un profundo malestar.
Impacto Socioeconómico y Político
La cancelación de las fiestas de Coia no solo afecta al patrimonio cultural, sino que tiene un impacto económico directo y significativo. La comisión organizadora estima que unos 100.000 euros en gastos ya estaban en riesgo , y la ausencia de atracciones de feria, una fuente crucial de ingresos, implica una pérdida del 80% de su presupuesto operativo. Esto afecta directamente a las «200 familias que viven de este sector» de feriantes, quienes denuncian un «bloqueo incomprensible» y un «veto encubierto» por parte del Concello. Las fiestas populares contribuyen significativamente a las economías locales, generando entre el 11% y el 18% del saldo turístico neto anual de un municipio en pocos días.
Políticamente, la situación ha sido duramente criticada por el Partido Popular de Vigo, que acusa al gobierno local de «dinamitar» intencionadamente las fiestas tradicionales y de «exigir cuestiones que sabía que la comisión no podría cumplir». El PP sugiere que el Ayuntamiento «carece de los medios necesarios para revisar dichas instalaciones» y, por lo tanto, está creando obstáculos burocráticos para evitar la responsabilidad de la inspección.
Este problema no es exclusivo de Coia; otras festividades tradicionales de Vigo, como las Fiestas de la Alegría en O Calvario y las de San Sebastián de Fragoselo en Coruxo, también han experimentado dificultades con las autorizaciones de atracciones o cancelaciones directas.
El Futuro de las Fiestas Populares en Vigo
La cancelación de las fiestas de Coia subraya una tensión creciente entre la necesidad de garantizar la seguridad pública y la preservación de las arraigadas tradiciones culturales. El desafío para Vigo y, por extensión, para Galicia, radica en encontrar un equilibrio que permita la celebración de estos eventos multitudinarios sin comprometer la seguridad, pero también sin imponer requisitos que los hagan inviables para las comisiones vecinales. La búsqueda de un diálogo constructivo y la clarificación de la normativa serán cruciales para asegurar que el vibrante calendario festivo de Vigo no se vea permanentemente afectado.