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¡Las comilonas de navidad no tienen porque ser un problema!

Queda muy poco para que llegue una de las épocas más mágica y familiar del año, la navidad. Con ella llegan los villancicos, las luces adornando las calles, los regalos, las compras y, como no, las grandes comilonas. Entre cenas de empresa, comidas y cenas familiares; y días de celebración resulta casi imposible no terminar las fiestas teniendo que terminar usando un agujero más en el cinturón.

Lo cierto es que nos encanta disfrutar y celebrar y de ese contexto casi siempre forma parte la buena comida acompañada de bebida alcohólica o refrescos azucarados. Por esta razón, resulta imprescindible tener conciencia sobre nuestras ingestas diarias, así como lograr una buena relación con la comida.

En este artículo no caeremos en el error de hablar de kilos o peso corporal indicado por la tan odiosa báscula. Aunque si que es cierto que se suele pesar más traes las épocas festivas esto no quiere decir que  hayamos ganado grasa ya que influyen muchos factores como la retención de líquidos o la distensión abdominal dependiendo del tipo de comida ingerida durante esos excesos.

Desde Vigoplan queremos darte las claves para que las comilonas de navidad o de cualquier época del año no sean un problema, sin duda, si algo está claro es que llevar una vida saludable depende de ti y es el reflejo de tomar las mejores decisiones posibles. 

Establece un objetivo

Establecer los objetivos es el paso principal para cualquier cosa que queramos lograr en nuestro día a día. Tener un objetivo nos hace ser verdaderamente constantes en el camino hacia lograrlo. El objetivo debe ser claro, real, definido, medible y difícil de lograr pero no imposible. Por ejemplo: comer hasta sentirnos ni con hambre ni llenos, es decir evitar las sensaciones incómodas que aparecer tras comer sin control. 

Tener un objetivo nos hace ser verdaderamente constantes en el camino hacia lograrlo.

Haz lo mejor que puedas el resto de comidas del día

Está claro que cuando haya que celebrar lo mejor que puedes hacer es disfrutar del momento. Sin embargo, cuánto mejor hagas el resto de comidas del día mejor será tu sensación y menos impacto tendrá la comilona. Por ejemplo, no caigas en el error de desayunar o picotear dulces navideños. Es decir, asegúrate hacer un buen desayuno rico en proteína y grasa saludable para mantenerte saciado o tener necesidad de picotear durante la mañana. En caso de el exceso haya sido a la hora de comer, haz una cena ligerita, también rica en proteínas y grasa saludables. Además, es importante que aprendas a escuchar a tu cuerpo y comer cuando realmente te lo pida.

Elige la mejor de las opciones

En todas las comidas nos vamos a encontrar con unas opciones que son mejores que otras. Por ejemplo: una buena opción es elegir alimentos más ricos en proteína como carne, pescado, marisco, huevos… por encima de los que tienen un gran contenido de azúcar como por ejemplo los turrones. Además, controla las bebidas alcohólicas y el exceso de pan.

Prioriza comer alimentos más ricos en proteína como carne, pescado, marisco, huevos… Controla la ingesta de alcohol y el exceso de pan. 

Completa tu plato con una buena ración de vegetales

La verduras te ayudarán a sentirte saciado y a completar tu plato con una buena fuente de vitamina, minerales y agua.

No te olvides de hidratarte

Uno de los puntos que más nos suele costar es beber agua y, sin embargo, es uno de los puntos más importante. Los excesos de grasas y bebidas alcohólicas generan, como ya hemos mencionado anteriormente, retención de líquidos. Además, el alcohol deshidrata por eso, es doblemente importante debes beber mucha más agua de lo habitual. Pon una botella de dos litros de agua donde puedas verla y procura acabártela antes de cenar.

Come despacio y mastica

Este también es un punto muy importante. La sensación de saciedad es una respuesta cerebral. Aproximadamente 15 minutos después de empezar a comer, el cerebro segrega unas hormonas que nos indican que ya estamos saciados. Por esta razón, si comemos demasiado deprisa, esta señal llegará cuando ya hayamos ingerido más cantidad de la que realmente necesitamos. Además, comer despacio y masticar bien favorecerá a realizar una digestión mucho menos pesada.

Comparte el postre

Está claro que si hay comilona va a haber postre especial. No te prives de disfrutarlo pero raciona bien la cantidad y compártelo, con sacarte el antojo de dulce es suficiente.

Artículo escrito por Dieta con cabeza

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